Detalles de la adición de cobre

El sulfato de cobre (CuSO4) reacciona con compuestos de azufre como el sulfuro de hidrógeno (olor a huevo podrido) y mercaptanos (fósforo quemado, caucho, col cocida, maíz enlatado, etc.) Estos aromas pueden surgir durante la fermentación debido a las limitaciones de nutrientes y también pueden aparecer a lo largo del proceso de envejecimiento a través de la descomposición de los aminoácidos que contienen azufre.

Tratar con estos aromas desagradables en una etapa temprana, ya sea añadiendo CuSO4 o mediante suplementos de nutrientes durante la fermentación, es importante para minimizar la cantidad de intervención necesaria para arreglar el vino. Los sulfuros que se dejan sin tratar pueden formar disulfuros que no sólo suenan el doble de mal sino que no son eliminados por el tratamiento de CuSO4 solamente.

Salpicar el vino para eliminar los aromas de sulfuro puede favorecer la formación de disulfuros, que tienen un umbral sensorial más bajo que los sulfuros (por lo que el vino no olerá tan mal como antes). Estos disulfuros pueden servir como un depósito de hedor del que se pueden volver a formar los sulfuros en condiciones reductoras, lo que le devuelve al punto de partida.

Si tu vino apesta, deberías hacer una prueba de cobre para encontrar el tratamiento adecuado, y luego agregar CuSO4.